sábado, 27 de junio de 2015

Entrega de credenciales

Pues ya han llegado las vacaciones y con ellas la nueva rutina, pero si hay algo que no cambia es mi puntual tardanza en subir entrada. Hoy hace una semana de la entrega de credenciales, último paso antes de partir hacia Nueva York (al final salgo el 1 de septiembre, tendré tiempo y tiempo para envidiar a los del vuelo del 11). Volviendo a la semana pasada, nos levantamos temprano para repetir la acostumbrada secuencia de no llegamos-no llegamos-no llegamos-vamos tarde, písale-ah pues no vamos tan tarde-espera que aún queda aparcar-vale pues vamos tarde. Contra todo pronóstico llegamos de los primeros y nos tocó esperar unos minutos en la puerta. Al entrar recogimos nuestros pasaportes y visados procedentes de la embajada -aquí es necesario el DNI, lo apunto en consideración al becario poco espabilado que va a ser el único que se lo olvide y que para nada estoy insinuando que fuese yo en esta edición-. También nos entregaron el manual del estudiante, una especie de Biblia para el exchange student en el que está la respuesta a todas las preguntas que le pueden surgir en cualquier instante de su vida. Acto seguido accedimos a la sala en la que nos reunimos por primera vez al recibir la beca, donde escuchamos a los distintos representantes de fundaciones y empresas hablar sobre años perrunos, sobrepeso de maletas y familias (tanto las que serán vilmente ignoradas durante 10 meses como las que se supone que deberían estar asignadas y no lo están). Esta parte se pasó relativamente rápido, y después de las preguntas tocó recoger uno por uno el credencial de la beca ante todo el auditorio. Como buenos embajadores de España y Galicia que somos, realizamos el recorrido sin humillantes caídas. Eso sí, los primeros planos del momento mejor olvidarlos.

Mi turno en la recogida del credencial

Dimos por finalizada la parte oficial y fuimos a tomar el aperitivo ofrecido por las fundaciones. Yo me quedé hasta que nos echaron, porque como no viajo el mismo día que el grupo principal lo más probable es que no vuelva a ver a muchos de mis compañeros hasta el año que viene. Durante este tiempo recogimos la maleta y la camiseta que nos regala el programa, sacamos fotos y comentamos sobre las familias de acogida. Como siempre el ambiente fue genial y estuvimos muy a gusto, por lo menos hasta que llegó la hora de marcharse... Voy a echar mucho de menos a toda esta gente con la que tan bien me he llevado y a la que le deseo lo mejor el curso que viene. Esto es lo malo del programa, los amigos no van a estar nunca cerca y parece que todo sucede demasiado rápido. El mejor consejo que puedo dar ahora mismo es librarse de la vergüenza, asistir a todas las quedadas que sea posible y aprovechar al máximo los momentos de los que se disponga juntos, porque cuando quieras darte cuenta tendrás a tus amigos desperdigados a lo largo y ancho del país, si no más lejos. Yo he tenido suerte de encontrar personas increíbles con las que seguro no perderé el contacto ni el cariño.

Con Area, esta foto habla por sí misma
Clara y Pablo, a quien pronto vereis en el club de la comedia
Andrea y yo en los cartelitos
Con Alex, cómo la echo de menos...
No podía faltar foto con Marta
Jorge Zebras y su camiseta rayada

Para terminar dejo enlaces a algunas de las noticias que los periódicos gallegos publicaron sobre el acto. Nada más por ahora, ojalá la próxima vez escriba orgullosamente que le he pasado la cremallera a mi maleta y no ha explotado. Cada día un poquito más cerca, ¡América nos está esperando!